Es por eso que las grandes obras del país se ejecutan luego de uno o más estudios de este tipo. Entienda la importancia.
Pensar en una obra de construcción industrial o comercial, planificarla y ejecutarla es un proceso que solo puede tener éxito si en él interviene un estudio de viabilidad serio, coherente y acorde a la realidad, que permita determinar en detalle la conveniencia financiera, técnica y ambiental del proyecto. Lo demás es improvisar y tirar los dados a la suerte, práctica extremadamente perjudicial para los inversionistas. Por lo tanto, no debe verse como una formalidad burocrática o una inversión innecesaria de tiempo y dinero.
Esta investigación y análisis será lo que finalmente dé los elementos de valor para la toma de decisiones estratégicas. Permite deducir si vale la pena ejecutar la construcción y si aportará en el corto y mediano plazo los beneficios que se esperan de ella. O si, en su defecto, es necesario replantear el diseño o el alcance de la misma.
Para llevar a cabo un análisis de calidad, es necesario recolectar información suficiente para:
Por otra parte -y más importante aún- el estudio debe ejecutar un correcto análisis del presupuesto y los costos de construcción. De esta forma es posible definir el monto de la inversión, para conocer y cuantificar los factores que determinan su rentabilidad, a fin de cotejar estos datos con los beneficios reales que aportaría el proyecto una vez finalizado.
Obviamente, este análisis requiere de estudio de mercado que determine la plusvalía a futuro y permita establecer los precios de venta del metro cuadrado (en caso de que la obra se vaya a vender) o del beneficio real que representa su uso (por ejemplo, si se trata de una bodega para el almacenamiento de los productos de la empresa).
Los resultados del estudio de viabilidad de un proyecto de construcción comercial industrial son revisados por los inversionistas y la firma encargada de hacer el análisis, con dos propósitos:
Es por eso que las grandes obras del país se ejecutan luego de uno o más estudios de este tipo. Puede que las construcciones menores omitan esta etapa del proyecto, pero al tratarse de una obra con enfoque comercial -donde la inversión de capital es mayor y se esperan ciertos márgenes de beneficio - es imprescindible.