El estudio de suelo permite conocer el tipo de cimientos que necesita la obra de construcción, además previene problemas como deslizamientos, colapsos, humedad, filtraciones, fallos de cálculo estructural, entre otros.
"El terreno es bueno, no hay necesidad de hacer estudios"…es posible que hayas escuchado esta frase o que la hayas dicho anteriormente, lamentamos decirte que esa afirmación es totalmente irracional.
Conocer las características del suelo donde la constructora desarrollará y levantará la obra comercial o industrial que ya has proyectado es esencial, solo de esta forma se puede determinar el comportamiento del terreno y los problemas que podrían presentarse o que pueden evitarse. Por otro lado, sin los datos provenientes del estudio de suelo es imposible realizar cálculos estructurales de los cimientos, lo que en definitiva afectará la calidad del trabajo.
No puedes dar por sentado que si hay obras alrededor del terreno en el que se construirá tu proyecto que no han presentado problemas estructurales, la construcción que realices no presentará ningún problema. Recuerda que todas las edificaciones son diferentes y que incluso en un espacio relativamente cercano el suelo presenta características distintas.
El estudio de suelo permite obtener información detallada del terreno que se usará para los cálculos estructurales de la obra. Conocer el tipo de suelo, sus características, comportamiento y cómo reacciona al estrés permite definir el tipo de cimentación de la edificación, es decir, el fundamento que la obra “requiere” y no el que se puede pensar que necesita.
Además, los criterios de dispersión, expansión, nivel freático, peso, material orgánico, entre otros, se conocen a partir de este estudio. Los datos que la encuesta arroja son usados para minimizar y eliminar problemas en la construcción de manera sostenible y segura, sin degradar el medio ambiente, ¿de qué tipo de problemas estamos hablando?Conócelos a continuación.
Recuerda que conocer el tipo de suelo donde se realizará la construcción es vital para los cimientos de la edificación, además se podrán conocer ciertos criterios y características del terreno que, una vez considerados, evitarán que se presenten problemas en la estructura o que el edificio ceda con el tiempo.
El estudio de suelo permite conocer la condición del terreno y si este es o no vulnerable a posibles deslizamientos que afectarían la cimentación del edificio o que pondrían en riesgo de desestabilización la obra. Los deslizamientos de tierra ocasionan serios daños como grietas, rotura o hundimiento del terreno, así como deformaciones en los fundamentos del edificio y grietas en las zonas más afectadas.
El estudio de suelo permite prever los posibles deslizamientos para que la seguridad de la estabilidad del terreno no se vea afectada y, por ende, la obra no se hunda, deforme o colapse.
Las teorías erróneas acerca del tipo de suelo pueden desencadenar en el colapso de una edificación. Cuando no se hacen estos análisis los cálculos estructurales no serán precisos, por lo que se corre el riesgo de construir cimentaciones inadecuadas que no estarán adaptadas al tipo de suelo.
Una mala fundación, como consecuencia de no hacer la valoración de suelo, puede provocar que el edificio se hunda, derrumbe parcialmente o colapse por completo.
Es común que cuando no se conocen con exactitud las propiedades del suelo las constructoras se guíen de otras edificaciones para determinar el tipo de fundación que realizarán.
En el mejor de los casos podrían sobredimensionar los cimientos del edificio, es decir, presupuestar la construcción de cimientos con un nivel de profundidad mucho mayor al que el tipo de construcción necesita (esto es realmente costoso e innecesario) o, en el peor de los casos, mantener un nivel de fundación menor que afectará la seguridad y calidad de la obra.
Una variable muy importante a considerar es conocer si existen cuerpos de agua subterráneos y a qué distancia se encuentran, afortunadamente el estudio de suelo indica estos datos.
Los cuerpos de agua afectan y alteran el comportamiento de determinados tipos de suelo, por otra parte, la humedad presente puede llegar a los cimientos del edificio o construcción y crear situaciones de auténtica emergencia como grietas, humedades en general, empujes adicionales en muros, corrosión, pudrición, desagregación, disgregación, degradación de la estructura, entre otros.
Algunos delos datos que el estudio de suelo permite tener incluye las características físicas, químicas y mecánicas del terreno, la composición capa por capa del suelo (incluyendo las características que lo componen a profundidad) y, como lo mencionamos, la posible existencia de cuerpos de agua.
Conocer estos datos permite construir considerando las características naturales del terreno para no alterarlas y preservando, de la mejor manera posible, las concentraciones de agua en la profundidad (en caso de que haya). Cualquier alteración en las características naturales del suelo puede cambiar su comportamiento, lo que afectará sin duda alguna la resistencia del terreno sobre el que está la edificación.
Sin un estudio de suelo el diseño y cálculo estructural se vuelven imprecisos e ineficientes. Los datos arrojados son los que permiten determinar cuáles son los cimientos y los requerimientos estructurales que la edificación necesita. En base a la información obtenida del estudio de suelos la constructora podrá tomar las decisiones correctas acerca del proyecto, lo que garantiza una ejecución más eficiente, precisa, segura y económica.
Contratar una constructora que realice estudios de suelo da la certeza de que la edificación que construirás sobre ese terreno tendrá las fundaciones correctas; asimismo, estarás seguro de que la estructuración de la edificación estará bien planeada y calculada. Los estudios de suelo son una inversión y no un gasto, la constructora hará que ahorres mucho más dinero si conoce las características del suelo.
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